Would it make you feel better to watch me while I bleed? {;Libre.

*Mi corazón no estaba palpitando como de costumbre. Hoy no. Me encontraba de pie en medio de la cocina de la mansión completamente inmóvil, sin hacer ningún tipo de ruido. Mis latidos se oían más que mi respiración. Podía notar como el silencio comenzaba a deborarme poco a poco y a ocupar hasta el mínimo rincón de las cuatro paredes en las que me encontraba. Sabía el motivo de mi presencia en este lugar. Lo sabía muy bien. ¿Estaba asustado?... no. Ese no era exactamente el motivo de mi pulso. Quizás sólo estaban dando su último suspiro. Me acerqué al mesón y abrí uno de sus cajones, para buscar con la mano izquierda un cuchillo. El más grande. Lo obervé por un instante, y me pude ver reflejado en él. Dibujé una media-sonrisa en mi rostro y probé en uno de mis dedos si era tan filoso como parecía. Lo era. Ya que pude sentir como rápidamente el espeso líquido rojo resbajaba por mi pulgar. El dolor será sólo por unos minutos, qué importa. Nada va a compararse con el dolor de seguir caminando por esta condenada vida. Sonreí de nuevo. Es impresionante todo lo que me has cambiado, Alejandra Efron. Pasé de ser alegre, sencillo, tranquilo, romántico, protector, a un hombre que ya no sonríe, terco, de mente cerrada, duro como una roca. Felicitaciones, has creado a un demonio. Ya no me interesa vivir así. No más* Acabemos con esto. *Traía conmigo un pañuelo para atármelo a la boca y poder morderlo, y así alivianar el dolor. Luego de hacer lo antes mencionado, llené mis pulmones de aire. Quizá el último que respire. Apreté el cuchillo entre mis manos, y apunté hacia mi estómago. Cerré los ojos con fuerza al mismo tiempo que mordía el pañuelo, y fue en ese instante en el que sentí que llamaban a la puerta. Que oportuno, pero no iba a dejar que eso me desviara de mi meta. Ya estaba ahí de pie, jugando con mi vida. A poco de irme lejos. Volví a apretar los ojos, y sin pensarlo ni una sola vez más, enterré el cuchillo en mi abdómen. Solté un gruñido de dolor. Las manos me temblaban, saqué el cuchillo y volví a darme en otro lugar. Pude sentir como mis ojos se llenaban de lágrimas, aún así, repetí esta acción una y otra vez. Extrañamente, seguía de pie, pero me daría hasta que caiga*

No sabía que pasaba conmigo si es que era demasiado estúpida o muy masoquista, no, era ambas. Jamás me detendría de hacerme daño a mi misma, siempre estaría dándome contra la misma pared una y otra vez cortandome con el mismo cuchillo sin parar, oh Bieber no podía comprender que habías hecho conmigo. Toda mi vida era un caos sin arreglo y lo único bueno de ella había sido Justin hasta que llego el vano momento en que intente suicidarme no estaba mal lo que había hecho, al contrario me había gustado tener la muerte así de cerca. Mire una vez más la puerta cerrada de la gran masión que poseía el chico que amaba, lo amaba, vaya que lo amaba. Con todo mi corazón como él jamás entendería o siquiera vería. Toque el timbre sin entender porque no me iba, era fácil girarme y marcharme por siempre de su vida pero no, quería ver su rostro, quería oírle hablarme aunque fuera para gritarme que me fuera. No abrió, volví a intentar y nada de nuevo, sabia que estaba ahí lo sabia bien pero ‎​¿por qué no salía?.- No vale la pena. -Estuve por girar sobre mis talones y marcharme pero, no pude un dolor en el pecho exacto al que me ataco el día de mi suicidio me golpeo con fuerza casi dejándome sin aliento. Jadee por la presión que sentí, por la dificultad para respirar. Fue un impulso quizá pero busque en mi bolso, aun tenia la llave de Justin, aun tenia la llave que el me habia dado para poder entrar y salir a mi gusto. Abrí casi con prisa y entre a la casa de igual manera, casi ajetreada lo busque con la visa ‎​¿por qué estaba nerviosa? Un gruñido provino de la cocina y el dolor en mi pecho fue peor que antes y un frío se apoderó de mi cuerpo. Camine hacia la cocina sintiendo mi corazón latir con fuerza ‎​¿por qué rayos no me iba y listo? Y me paralice, me quede helada al ver a Justin ahí, mi respiración dejo de existir y mi corazón ceso de latir debía ser una pesadilla solo eso debía ser.- No... -Susurre, ni yo misma escuche mi voz, era un susurro imperceptible y era por culpa del nudo en mi garganta, mis ojos ardieron y mis muñecas dolieron por alguna razón. Vi como no dejo de apuñalarse y el panico se apodero de mi.- NO. -Grite lo más alto que pude y corrí hacia él, sujete sus manos con fuerza queriendo arracarle el cuchillo de ella como fuera ‎​¿quería matarme? Era obvio que si, aquello me había matado apenas pise en la cocina.- Basta. BASTA. ‎​¿Estás loco? PARA. -Implore a gritos intentando quitarle el cuchillo, podia sentir las lagrimas en mis ojos y el dolor que eso me causaba.

*Hasta el momento debí haber recibido cuatro cuchilladas en distintas partes de mi abdómen, y sólo habían pasado un par de segundos. Segundos que se sentían malditos años. Mi mandíbula comenzaba a cansarse de apretar, las fuerzas de mis músculos iban desapareciendo poco a poco. Solté otro grito de desesperación entre dientes, mi muerte estaba siendo más lenta y dolorosa de lo que pensé. Abrí los ojos con dificultad, y me dí cuenta que mi playera ya no era gris, sino que además contenía un manchón de sangre. Escupí el pañuelo que llevaba en mi boca, y desde ese preciso instante, noté como mi mirada comenzaba a apagarse, cada vez veía más borroso, pero aún estaba consiente. Si muero, mucha gente se preguntará: ''¿En qué mierda habrá estado pensando mientras se acuchillaba?'' No estaré ahí para responderles, pero les hubiera dicho algo como: ''Cada cuchillada significa un momento de dolor en mi vida. Una, por conocer a la mujer que me llevó a acabar con mi vida. Dos, por haber perdido la virginidad con mi mejor amigo. Tres, por haberme engañado a mis espaldas con Taylor. Cuatro, por haber sido un cobarde y haber dejado que te fueras. Y aún faltan. 
Alejé el cuchillo de mi abdómen para tomar impulso para que así haga más efecto, pero escuché su voz en mi mente. O eso creía, hasta que la ví parada frente a mí, intentando arrebatarme el cuchillo de las manos, sin conseguirlo. Algo de fuerza me quedaba* Maldita sea... *Murmuré con dificultad y le dí un empujón para alejarla, mientras hacía el mayor esfuerzo por mantenerme de pie. Que ironía, mi ex estará presente en mi suicidio. ¿Te hará sentir mejor verme mientras sangro? Tocí un par de veces y sentí como el estómago se me contraía. Ya basta. Terminaré con esto de una buena vez* Ésta es por haberme destruído. *Apreté los ojos nuevamente y volví a enterrar el cuchillo en mi abdómen, esta vez con mayor profundidad. Volví a sacarlo de ahí, podía sentir como me temblaba todo el cuerpo* Ésta es por haberme robado el sueño. *Repetí la acción, no me importaron sus gritos de imploración, puesto a que ya eran mis últimos segundos y ya todo habrá acabado* Y ésta... *Esta vez la miré a los ojos, y sentí como una lágrima dejaba un húmedo recorrido por mi mejilla* Ésta es por tí, Alejandra Efron Cyrus. *Finalicé mi dolor con la última cuchillada que hizo que cayera de golpe inconciente al piso* 

Podía irme y dejarlo ahí hacer lo que quisiera, pero no, lo amaba tanto como para verlo destruirme de nuevo sin dolerle un poco el daño que me hacia viéndolo apuñalarse como hacia. Mal dije cuando no pude quitarle el cuchillo y más aun cuando logro apartarme para apuñalarse de nuevo pero con mayor profundidad.- BASTA JUSTIN. -Era tan en vano implorarle que se detuviera, no servía de nada pues simplemente no me escuchaba. Sus palabras resonaron en mi cabeza torturandome como nunca, tenia razón siempre la tendría yo lo había destruido yo era la culpable de cada dolor, de cada lágrima y de cada plegaria por muerte. Lloré en silencio viéndolo terminar lo que había empezado y mi corazón termino de romperse con aquella ultima apuñalada. Lo sujete cuando cayo al suelo cayendo yo junto a él, doble las rodillas apoyando su espalda en estas para dejar su cabeza reposar contra mi vientre, como pude con el temblor en mis manos saque mi teléfono para llamar una ambulancia, di la dirección y apenas termine de hablar el celular resbaló de mi mano al suelo chocando en el piso. Me quite la blusa no me importaba absolutamente nada, la coloque sobre sus heridas como pude haciendo presión en toda el área que alcanzaba. Jamás me había sentido con tanto miedo como ahora, jamás había abarcado tanto dolor en el corazón como lo estaba haciendo ahora.- No debías hacerlo, yo podía haberme ido de tu vida pero, Dios, no quiero dejarte morir, no puedo hacerlo. -No pude dejar de llorar, yo era la causante de esto, él estaba muriendo por mi culpa él estaba muriendo porque yo lo había destruido. Un solloso escapo de mis labios y baje la cabeza hacia la suya me sentía vacía aunque él aun estaba consciente pues yo había estado en este lugar pero ya me sentía sola ahí, quizá estaba completamente inmovil y sin ninguna señal de vida pero sabía que aún podia respirar.- Perdoname por haberte destruido, perdoname por haberte hecho daño. Por favor Justin si vives hoy te juro irme pero por favor no me dejes, no mueras. -Bese su frente sintiendo su aliento cerca de mí pero este iba apagandose.